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El poder de la amistad


Nuestro presente artículo consistirá en mostrar que a veces (está claro que no siempre) las cosas no son lo que parecen y que en el trato con las personas que nos rodean es preciso tener sumo cuidado siempre a partir de la más fiel realidad.
En esta ocasión tratamos de utilizar el poder de la mente para extender un poco más las ideas referentes a los amigos y enemigos
En este espacio se reflexiona sobre las fuerzas que mueven la amistad ...y la enemistad.
Planteamos que a veces nuestros amigos son nuestro principal obstáculo.En nuestro camino por la vida y más en aquellos momentos en los que estamos frente a un gran reto debemos afinar nuestros sentidos para saber escoger aquellas personas que estarán a nuestro lado. Esos compañeros de batalla que suelen llamarse amigos acostumbran a comportarse como verdaderos tiranos de la confianza, haciendo un uso excesivo de nuestras bondades.
Ya en este punto valdría preguntarse si eso es la amistad o es ese un amigo.
Por su parte los enemigos pueden llegar a resultar verdaderamente útiles. En este tipo de materias, se considera que un enemigo con el que se lleva a cabo una tarea en conjunto tiene la necesidad de demostrar sus habilidades, se le hace urgente mostrar que él es un enemigo digno.
Siguiendo el análisis, en algún momento puntual del camino, seguro el resultado será mucho mejor que con los llamados amigos.
La aparente amabilidad de la amistad hace que la verdad de la relación se vea tergiversada. Tras la sonrisa y la palabra dulce se pueden esconder los más ruines y bajos sentimientos. La envidia es muy fácil que florezca en estas situaciones. El consejo venenoso cubierto de "buenas intenciones" por su sutileza representa una de las más peligrosas herramientas que se pueden utilizar para aniquilar la iniciativa ajena.
Por su parte también se deja claro que no siempre ha de ser así, pues la amistad real y sincera existe, y cuando funciona de verdad se genera una ambiente capaz de elevar a los integrantes a desconocidas alturas.
Cuando dos o más personas se unen con una idea en común y en un ambiente armónico, las energías que se crean son de la más refinada elegancia.
En fin, nuestro planteamiento sobre las amistades deja claro que se debe dedicar el tiempo y la atención necesaria para saber cual será nuestro compañero de guerra.
Lo importante de este paso es que, lo mismo que una buena alianza nos puede hacer ganar cada batalla, una mala elección nos puede condenar al eterno fracaso.
No se pretende convencerlo de nada, solamente le invitamos a reflexionar sobre estas cuestiones.
Miguel E. López